Tras culminar la fase de instrucción, la Fiscalía General de la República (FGR) presentó el dictamen de acusación contra el militar en situación de retiro, Miguel Ángel Pocasangre Escobar, acusado de 17 casos fraudulentos de venta de armas en la que tuvo un papel protagónico el coronel Carlos Guillermo Zavaleta Morán, quien siendo jefe de la División de Logística del Ministerio de Defensa, entre los años 2003 y 2006, supuestamente contribuyó para que se vendieran armas entre los precios de $800 a $5 mil, así lo resume el Ministerio Público en el escrito presentado en el Juzgado 4o. de Instrucción de San Salvador, en el cual pide que se decrete auto de apertura a juicio.

El imputado, quien es dueño de dos empresas dedicadas a la venta de armas, es procesado por el delito de comercio ilegal y depósito de armas de fuego, y desde el año 2003 estuvo vendiendo armas de guerra supuestamente de procedencia ilícita, señala la Fiscalía.

Según las pesquisas realizadas por investigadores bajo la coordinación de los fiscales del caso, Pocasangre Escobar se reunía frecuentemente con el coronel Zavaleta Morán, cuando fungió como jefe de la División de Logística.

Un testigo señala que en esos encuentros entre ambos militares, el imputado le pedía a Zavaleta Morán armas tipo fusiles para negociarlos legalmente, aunque ellos sabían que éstas eran ilegales.

Tras entregar las armas al procesado, éstas eran trasladadas hasta un taller ubicado cerca del hospital San Rafael de Santa Tecla.

Cuando ya estaban en manos del mismo, comenzaba el trabajo de alteración de las armas, a las que se borraban las marcas y las series originales.

Un perito que hizo una experticia, concluyó que las referidas armas eran ilegales. Pero en los 17 casos investigados, Pocasangre Escobar hizo creer a los compradores que eran legales y en la relación contractual de compraventa de las mismas aparecía vendiéndolas como dueño, cuando en realidad no tenía permiso para hacerlo.

La Fiscalía investigó este caso de tráfico de armas de una forma hermética y nombró incluso a investigadores para que se hicieran pasar como compradores de armas, y de esa forma poder documentarlo con compras controladas y que sirvieran como una prueba irrefutable para la defensa.

LOS CLIENTES

Entre los clientes de Pocasangre Escobar, figuraron Daniel Quezada Fernández, de la estructura Los Perrones. Según consta en el proceso, el 29 de agosto del año 2005 le vendió al “Gordo Quezada Fernández” un fusil tipo carabina a un precio de $ 1,000.

La cartera de clientes del militar en retiro incluye a personas vinculadas a estructuras del crimen organizado, entre ellos Orlando Alberto Castro Alvarado, uno de los 32 presuntos integrantes de la red de supuestos lavadores de dineros que dirigían el narcotraficante Jorge Ulloa Sibrián “Repollo” y el exdiputado suplente Wilver Rivera Monge.

A Castro Alvarado, Pocasangre le vendió una pistola marca Uzi por $2,800, según la acusación fiscal.

Las fechas

14/10/2015

La Fiscalía General de la República judicializó en el Juzgado 4o. de Paz de San Salvador, el proceso contra el mayor Miguel Ángel Pocasangre Escobar, por el delito de comercio ilegal y depósito de armas de fuego.

19/10/2015

En la audiencia inicial, la jueza Nelly Pozas, resolvió que el militar siguiera el proceso con medidas que la misma Fiscalía solicitó, al mismo tiempo le impuso una caución económica de $25 mil.

8/03/2016

Está programada la audiencia preliminar en el Juzgado 4o. de Instrucción y la Fiscalía General de la República, en el dictamen de acusación presentado ha solicitado al juez Aristarco Chavarría, que decrete un auto de apertura a juicio.

$ 25,000 FIanza

que el Juzgado 4o. de Paz de San Salvador le puso al mayor Miguel Ángel Pocasangre Escobar.

17 Casos

por los cuales es procesado en el Juzgado 4o. de Instrucción y para quien la Fiscalía pide que vaya a juicio.